Lo que tu perro intenta contarte vocalizando
Algunas personas tienden a hablar más, más rápido y en un tono más alto cuando se estresan. Lo mismo sucede con los perros. Aprenden a exhibir un comportamiento que los hace sentir más en control de la situación estresante. Evitar que exhiban este comportamiento no los calma realmente, y castigarlos por eso solo exacerbará el problema al ponerlos ansiosos y temerosos. Para lidiar con los ladridos excesivos de su perro, primero debe lidiar con las emociones que lo llevan a vocalizar con tanto fervor. Si no tiene miedo o ansiedad, no ladrará.
Lo desconocido desencadena ladridos porque crea el estrés de la incertidumbre y lo inesperado.
Un perro bien socializado que asocia a los visitantes con la comida, por ejemplo, no tenderá a ladrar cuando llegue un visitante. En cambio, puede sentarse tranquilamente frente a la nevera, habiendo asociado el sonido del timbre con la comida, lo que desencadena una emoción positiva y, por lo tanto, el silencio.
Para que su perro haga esto, pídale a un amigo que pase por su porche sin tocar el timbre ni entrar. Cuando el perro ladra, tira un puñado de sus golosinas favoritas. Si el ejercicio se realiza correctamente, el perro ladrará, comerá, ladrará, comerá, etc. Su amigo debe permanecer afuera sin moverse mientras arroja golosinas en el piso. Eventualmente, los ladridos disminuirán y el perro comerá más y más, hasta que su amigo pueda entrar sin que el perro ladre.
